Querida familia Montessori, junto con saludar a cada uno de ustedes, consideramos primordial clarificar que la asistencia a clases no solo se relaciona con una norma escolar que se debe cumplir, sino cómo afecta el ausentismo a nuestros estudiantes. Por esto es importante tomar conciencia sobre las consecuencias que tiene el faltar a clases, no sólo en la formación actual, sino que también, en su futuro. Cuando sus hijos/as asisten y participan de las clases les hace bien, porque los ayuda y prepara para los desafíos que diariamente enfrentan.
Partimos de la base que ustedes padres, madres y apoderados/as quieren lo mejor para sus hijos(as), y que por esto es importante que como colegio los involucremos, les entreguemos la información necesaria y promovamos la reflexión, de forma que puedan comprender que la participación de los niños y niñas en el establecimiento es fundamental para que puedan lograr sus objetivos y metas.
A modo de ejemplo, les presentamos la siguiente situación que nos permitirá comprender y reflexionar como familia:
¿Cómo creen que se siente un estudiante al reintegrarse a clases, cuando se enfrenta a los contenidos que no ha visto?
Podemos ayudarles a responder, reflexionando cómo se sienten ustedes cuando se integran al trabajo luego de unas vacaciones, ausencia por licencia médica o cuando llegan tarde a una reunión laboral. Podemos decir que se sienten incómodos, perdidos, confundidos, estresados, excluidos, nerviosos de que les pregunten algo que no saben, culpables de haberse perdido tanto, avergonzados de tener que preguntar o ponerse al día, etc.
Los estudiantes suelen tener las mismas reacciones. En ocasiones prefieren no visibilizarse (pasar inadvertido) para evitar que el profesor les pregunte algo que no saben cómo responder. Al no comprender la materia deben esperar a que la clase termine para poder pedir ayuda a un compañero(a) y ponerse al día. Y sabemos que aprender del compañero(a) no es lo mismo que aprender del profesor(a). A veces, les da vergüenza preguntar lo que no saben y quedar en evidencia en frente de la clase, también pueden sentirse confundidos y por ende distraerse con mayor facilidad y distraer a los demás.
Durante esta semana han recibido mensajes por Appoderado sólo aquellos estudiantes que durante marzo tuvieron una baja asistencia (menos del 85%), independiente de la licencia y/o justificación que hayan entregado en inspectoría. Entonces, ¿de qué sirve justificar? cuando justifican la ausencia de su hijo/a nos permiten mantener un registro de ello y evaluar las correspondientes acciones que como colegio debemos realizar en calidad de agentes responsables de resguardar el derecho a la educación de cada uno de nuestros estudiantes.
Es normal y comprensible que los estudiantes se ausenten algunos días a clases días a clases, y entendemos que hay situaciones emergentes que pueden ocurrir. Por esto, comprendemos que algunos días no puedan asistir y bajo ningún punto de vista queremos que participen/asistan, por ejemplo, estando enfermos y poniendo en riesgo su salud. Pero no hay que olvidar, que justificadas o no, sus ausencias tienen consecuencias y dejan una huella. Y lo principal que nos gustaría evitar es que las ausencias se vayan sumando y acumulando, llegando a un Ausentismo Crónico, que pueda generarles dificultades en los aprendizajes de cada uno de nuestros estudiantes.
Recuerden: «CADA DÍA DE ASISTENCIA CUENTA ¡QUE NADIE FALTE!»
Se despide atentamente, Paula Rojas, Inspectora General.